- Es fundamental que haya un diagnóstico lo antes posible, para poder saber de antemano ante qué tipo de alumno nos encontramos y con esto, que haya una comunicación-colaboración constante entre las personas responsables de la educación del alumno, que son los profesores y orientadores en el colegio, y, sobre todo, la familia del mismo, para que así las actuaciones de todos vayan coordinadas y en la misma dirección. Si todos los responsables actúan de la misma manera el alumno no verá diferencias, mejorando su comportamiento y también su autoestima, pero si no, probablemente acabe sin comprender lo que está ocurriendo y sin saber por qué se comporta la gente con él de maneras tan diferentes, sintiéndose perdido.
- Creo que es muy importante hacer partícipes de esto a sus compañeros de clase, que sepan que es este trastorno y que entiendan el posible trato diferente que se va a dar al compañero que tiene TDAH, para evitar problemas entre sus iguales y que sus relaciones amistosas se vean afectadas.
- Hay que evitar en la medida de lo posible los imprevistos, ya que las personas con TDAH trabajan mejor cuando saben qué va a ocurrir en cada momento, y cuanto más claras sean las pautas a seguir, la rutina diaria, las órdenes (claras y sencillas siempre) y la organización mejor trabajarán.
- Un elemento clave son las distracciones, ya que éstos alumnos se dispersan con mucha facilidad, por lo que intentaremos que su situación en el aula esté estratégicamente planteada, cerca del lugar del profesor, para poder tener un contacto constante con él y lejos de elementos que le distraigan. Son recomendables siempre las primeras filas y lo más cerca posible de la mesa del profesor.
- En lugar de castigar los malos comportamientos, habrá que intentar reforzar positivamente aquello que haga bien, sin dejar pasar por alto las malas prácticas, pero intentando que la proporción sea de 1 a 10 (1 reprimenda por 10 halagos). Para no reñir delante de los compañeros, es muy bueno tener una señal entre profesor y alumno de forma que solo ellos dos conozcan, y que el profesor pueda hacerle ver que no se está comportando correctamente a través de ella (como tocar un hombro o algo así). De esta forma también aumentará la complicidad entre ambos, y la actitud del alumno será mucho más dócil.
- Dada la gran actividad física de estos alumnos, que muchas veces no pueden controlar, se intentará buscar alguna excusa de vez en cuando para que pueda levantarse del pupitre, como puede ser salir a la pizarra, repartir algo a sus compañeros o recoger exámenes o actividades, etc.
- Como siempre hay actividades para las cuales su motivación es mayor, intentaremos saber cuáles son y así intentar basar parte del trabajo en ellas, para que su concentración e interés sean mayores. También es posible la alternancia entre tareas que le interesan más y las que le resultan más aburridas, para que no caiga en el aburrimiento o la monotonía.
- Y por último destacar la formación docente, ya que cuanto más y mejor preparados estén los profesores para tratar a alumnos con este tipo de trastorno, mejor serán los resultados, a la vez que el sistema de educación evolucione y deje de ser estar basado en pautas del siglo pasado para adaptarse a la sociedad y características en las que nos encontramos hoy en día.
Espero que os haya gustado, y si a alguien le sirven de guía, que lo utilice sin problema. En temas de educación lo importante creo que son las ganas de mejorar así como intentar ir todos en la misma dirección para que la calidad de la enseñanza sea cada vez mejor y más eficaz.
Como dice en eslogan,l hay que buscar una educación de calidad de todos y para todos.
Gracias por la atención
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